La medicina tradicional y oriental busca equilibrar todos los planos de la persona: el físico, el mental y el emocional.
Estas Terapias ayudan a:
Liberar síntomas del estrés.
Se trabaja sobre: bloqueos emocionales, la ansiedad, depresión y situaciones de estrés. Así como también dificultades para dormir, trastornos del sueño, insomnio de larga duración y fatiga.
Liberar bloqueos físicos y emocionales.
Favorecer la relajación física y mental.
Mejorar las relaciones interpersonales.
Estimular la creatividad.
Aumentar la capacidad de atención y mejora la memoria.
Aliviar dolores físicos.
Estas terapias nos ayudan: a desbloquear y liberar dolores fìsicos y emocionales: dolores musculares, dolores de espalda, de cuello, ciática, cervicalgia, reumatismos y movilidad reducida, contracturas, lesiones musculares y de las articulaciones, artrosis, dolores de cabeza o migrañas, problemas de estreñimiento o dificultades digestivas, asma o problemas respiratorios.
Mejorar la circulación linfática y sanguínea.
En los músculos, la presión ejercida mejora la circulación y ayuda a que el ácido láctico vaya al hígado para convertirse en glucosa. Esto hace que mejore el tono muscular y su flexibilidad.
El buen funcionamiento del sistema nervioso central y aumenta nuestro sistema inmunológico.
Restablecer el flujo de la energía física, mental y emocional.
Recomendado para todas las etapas de la vida: niños, jóvenes, adultos, embarazadas y personas mayores. Beneficioso para todo el organismo.